El Servicio de Evaluación y Diagnóstico, está dirigido a familias que están preocupadas por el desarrollo de su hijo o de su hija, independientemente de la edad cronológica que tengan y que necesitan y quieren conocer si presentan o están en riesgo de  presentar TEA.

El proceso de evaluación es iniciado por la demanda concreta de la familia o personas que requieran nuestros servicios. La evaluación se basa en los elementos esenciales que determinan las guías de buenas prácticas para él diagnóstico (Guía de Buenas Prácticas para el diagnóstico de trastorno del espectro de autista (Grupo de Estudio de los Trastornos del Espectro Autista del Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Sanidad y Consumo, España, 2005)). La base de la evaluación gira en torno al uso de las pruebas estandarizadas para el diagnóstico de TEA, la prueba de observación ADOS-2 (Lord, C. y cols. 2015) y de la entrevista para el diagnóstico del autismo ADI-R (LeCouteur, Rutter y Lord, 1994), así como otras pruebas complementarias: evaluación de la comunicación, funciones ejecutivas, teoría de la mente, desarrollo cognitivo, conducta adaptativa, autoestima. Toda esta información se recoge en un informe donde se explican los aspectos más relevantes de la evaluación, así como orientaciones encaminadas a favorecer el desarrollo de las capacidades de la persona. El diagnóstico se basa en criterios del DSM-5.
Posteriormente, la familia es derivada a un servicio de atención psicológica que complementa el proceso de valoración diagnóstica y acompaña en estos primeros momentos tras el diagnóstico.