Desde la (Asociación Desarrollo Autismo https://autismoalbacete.org/), hemos querido profundizar en cómo transformar la manera de acompañar a las personas autista dentro de su núcleo familiar, explicándonos el Modelo de Atención Centrado en la Familia. Desde este enfoque, comprendemos que los aprendizajes más valiosos no ocurren siempre en las salas de intervención ni entre materiales cuidadosamente preparados, sino en los gestos cotidianos, en los espacios donde transcurre la vida; durante una comida compartida, el momento de vestirse, el juego en el salón o una tarde cualquiera en casa.
Cada persona crece y se desarrolla en un contexto único, marcado por su cultura, sus costumbres y su entorno. No todas las personas nos cepillamos los dientes del mismo modo, ni todos disfrutamos de la tortilla de patata con cebolla. Es en esa diversidad de lo cotidiano, donde se asienta el aprendizaje más auténtico, porque la vida, en realidad, es el escenario más eficaz para aprender. Este modelo parte precisamente de esa premisa.
¿Qué es el Modelo de Atención Centrado en la Familia (MCF)?
El Modelo de Atención Centrado en la Familia (MCF) propone una forma diferente de mirar y actuar, frente al modelo clínico tradicional, en el que las sesiones se realizan en espacios controlados, con materiales específicos y, a menudo, sin la presencia de la familia. El MCF (https://www.fundacionconectea.org/novedades/blog/el-modelo-de-intervencion-centrado-en-la-familia-en-el-autismo)entiende que la verdadera intervención sucede en la vida real. Ante situaciones como: “Si aprendo a comer en una sala, ¿cómo sabré hacerlo luego en mi casa? Si me calmo en el centro, ¿cómo podré hacerlo cuando esté con mamá o papá?”, el MCF plantea que el acompañamiento dentro del propio entorno familiar permite que los aprendizajes sean funcionales, significativos y sostenibles. Las estrategias dejan de ser instrucciones externas y se convierten en experiencias compartidas, integradas en las rutinas del día a día. Así, el desarrollo no se limita a una hora semanal de intervención, sino que se expande a las veinticuatro horas del día, siete días a la semana.
El objetivo esencial del MCF es que las familias se sientan competentes, seguras y acompañadas para impulsar el desarrollo de sus hijos a través de la vida cotidiana. La familia es el centro y su voz es la más importante. Los profesionales no se sitúan por encima, sino al lado, formando equipo, compartiendo decisiones, objetivos y aprendizajes. Cada familia cuenta con un profesional de referencia (https://autismoalbacete.org/quienes-somos) que la acompaña, apoyado por un equipo especializado que ofrece orientación y soporte continuo. Todo comienza con una acogida cercana y una entrevista para conocer las rutinas, las dinámicas y las fortalezas del hogar. A partir de ese conocimiento compartido se construyen objetivos comunes y se diseña un acompañamiento ajustado a la realidad de cada familia.
Este enfoque se sostiene en premisas humanas como que los padres son quienes mejor conocen a sus hijos y desean lo mejor para ellos; que no hay dos familias iguales y cada una necesita un modo de acompañamiento propio; que el bienestar de la familia influye directamente en el bienestar del niño o la niña; y que la participación activa solo se da en un entorno donde la persona se siente comprendida, aceptada y apoyada.
Pero entonces… ¿qué es y qué no es el modelo de atención centrado en la familia?
El MCF implica preguntarles cómo es su hijo, qué le gusta hacer, qué logros desean alcanzar juntos, y ayudarles a encontrar su propia manera de enseñar y acompañar. El papel del profesional no es dirigir, sino guiar; no imponer estrategias, sino crear en conjunto herramientas con la familia y los recursos que ya tiene a su alcance.
Qué no es…
No es una evaluación con pruebas estandarizadas, sino, que es una ayuda para poder desarrollar en casa las necesidades de cada persona. Se desarrollan actividades para que sirvan de modelo al núcleo familiar. Se establece una buena relación con sus miembros para poder trabajar de forma eficaz con la persona con Autismo
En conclusión, el Modelo de Atención Centrado en la Familia no solo transforma la manera de intervenir, sino también la de mirar. Cambia la perspectiva de la familia como espectadora a la de agente activa del desarrollo.