¿QUÉ ES EL TEA?

El TEA o Trastorno del Espectro del Autismo hace referencia a una condición del desarrollo, de origen neurobiológico, que se manifiesta en los tres primeros años de vida y que perdura a lo largo de todo el ciclo vital.

caroline-hernandez-219724
sqr021-col2
sqr012-col1

TEA

TRASTORNO DEL ESPECTRO DEL AUTISMO

El autismo impacta la forma en que las personas se comunican y experimentan el mundo que les rodea.
Por ello, pueden presentar desafíos en el área socio comunicativa y en el área de la flexibilidad de la conducta y del pensamiento. Las personas autistas procesan la información de manera diferente, por lo que es importante que el entorno pueda apoyar y dotar de ajustes razonables y fomentar su bienestar en sus diferentes áreas.

El autismo es un espectro de condiciones del desarrollo. Cada persona autista es diferente. Algunos pueden aprender, vivir y trabajar de forma independiente, mientras que otros tienen diferencias de aprendizaje o condiciones de salud concurrentes que requieren el apoyo de un especialista.

En cuanto a las capacidades que pueden presentar las personas autistas, destacan: meticulosidad, curiosidad por temas muy específicos, conocimiento especializado sobre temas de su interés, aportar perspectivas diferentes, alta consistencia en tareas de repetición, sinceridad, honestidad, respeto y cumplimiento de las reglas establecidas, atención por los detalles, buena adaptación y seguimiento de las rutinas, buenas competencias en tareas mecánicas y repetitivas, tendencia a ser muy lógicas y bondad, entre otras.

Según los últimos informes sobre autismo en España, en la actualidad, el TEA se presenta en alrededor de 450.000 personas en nuestro país, con una prevalencia de 1 de cada 100 nacimientos.

¿QUÉ ES EL TEA?

No existe una sola causa qué explique la aparición del TEA, sino que más bien se trata de una etiología multifactorial que no guarda relación con las pautas educativas de los padres.

Probablemente puedan existir otros factores ambientales que influyen en el desarrollo, sin embargo ninguna investigación ha sido capaz de determinarlos todavía.

Aunque los TEA aparezcan desde el nacimiento, no es hasta los 18-24 meses cuando se pueden detectar para observar todos los síntomas. Estos se hacen patentes en aspectos esenciales de la vida cotidiana como la comunicación (compresión del lenguaje, ausencia de respuesta, ausencia del uso de gestos, etc.), o  la socialización (respuestas limitadas a otras personas, ausencia de imitación, falta de interés por compartir intereses, etc.).

El diagnóstico de TEA debe ser realizado por profesionales especializados, que establezcan un programa adecuado de apoyos individualizados adaptado a las necesidades concretas de la persona.

Según los últimos estudios epidemiológicos, el TEA aparece en 1 de cada 100  niños y niñas en etapa educativa. En cuanto a personas con TEA en etapa adulta, todavía no se manejan datos estadísticos.

Los TEA no tienen cura, sin embargo a raíz de una detección precoz y una atención temprana se puede mejorar notablemente su desarrollo para mejorar la calidad de vida de la persona y de la familia.

Los tratamientos de Trastorno del Espectro del Autismo tienen que ser individualizados y estructurados, y además deben incluir a la familia de la persona con TEA, tanto en la detección de necesidades como en el desarrollo de habilidades. 

Este tipo de tratamientos de apoyo e intervención van siempre orientados al desarrollo de las habilidades comunicativas y sociales en la etapa educativa, mientras que en la etapa adulta los tratamientos están más dirigidos hacia la vida independiente, el empleo y las actividades ocupacionales.

dmitry-ratushny-64773
sqr021-col2
sqr012-col1