Rigidez alimentaria en el autismo: estrategias respetuosas para ampliar la dieta.La alimentación es mucho más que una necesidad fisiológica, puesto que también trae aparejados aspectos sensoriales, sociales y emocionales. En las personas con autismo, la rigidez alimentaria, también conocida como hiperselectividad alimentaria, es una de las manifestaciones más comunes.
Esta dificultad no se limita a una mera ‘manía’ con la comida, sino que responde a factores relacionados con la sensibilidad sensorial, la necesidad de mantener rutinas estables y la ansiedad que generan los cambios.
¿Por qué se da la rigidez alimentaria en el autismo?
Según datos de Autismo España (https://autismo.org.es/) y de la Guía de Intervención ante los Trastornos de la Alimentación en niños y niñas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) (https://infoautismo.usal.es/wp-content/uploads/2015/07/08.-Guia-de-alimentacion.pdf), elaborada por la Federación Autismo Madrid (https://autismomadrid.es/), la inflexibilidad en la alimentación puede deberse a diversas causas:
- Factores sensoriales: hipersensibilidad o hiposensibilidad a sabores, olores, texturas, colores o temperaturas.
- Necesidad de predictibilidad: comer siempre lo mismo aporta seguridad y reduce la ansiedad.
- Dificultades motoras orales: problemas de masticación o deglución que condicionan qué alimentos se aceptan.
- Aspectos médicos asociados: reflujo, estreñimiento o alergias, que influyen en la experiencia con la comida.

Metodologías sensibles frente a la rigidez
La clave no es forzar ni presionar, sino acompañar con paciencia y respeto. Desde la guía y otras fuentes especializadas se destacan algunas orientaciones útiles, como, por ejemplo, las que te contamos a continuación:
- Mantener rutinas claras y seguras: presentar los alimentos en contextos predecibles.
- Introducir cambios graduales: variar un alimento ya aceptado. Por ejemplo, cambiar la forma de preparación de la pasta o el tipo de pan.
- Ofrecer variedad visual y sensorial poco a poco: exponer a diferentes colores, texturas y temperaturas sin obligación de comer.
- Normalizar la exploración sensorial: permitir tocar, oler o jugar con el alimento antes de probarlo.
- Respetar los tiempos individuales: no medir los avances en función de la cantidad ingerida, sino de la disposición a acercarse al alimento.
Claves para ampliar la dieta
Más allá de la aceptación inicial, el objetivo es lograr una dieta variada y nutritiva que mejore la salud y el bienestar. Te dejamos algunas recomendaciones:
- Introducir alimentos puente: si le gusta una textura crujiente, probar variantes similares, como el pan tostado, las galletas integrales o los bastones de zanahoria.
- Modelado positivo: compartir la comida en familia mostrando disfrute, sin forzar.
- Adaptar la presentación: cambiar el formato. Puré, entero, en brocheta, cortado en formas atractivas, etc.
- Vincular a experiencias agradables: relacionar la comida con juegos, cuentos o actividades que reduzcan la ansiedad.
- Apoyo profesional: contar con logopedas, terapeutas ocupacionales o nutricionistas especializados en autismo cuando la rigidez compromete la nutrición.
Nuestra experiencia: talleres de alimentación
En nuestra Asociación Desarrollo sabemos que la teoría debe ir acompañada de experiencias prácticas. Por ello, en nuestro Centro de Día también hemos impartido recientemente Talleres de Alimentación (https://www.instagram.com/p/DL9wdLysp1B/), en los que chicos y chicas han trabajado la desensibilización sensorial en un entorno seguro y guiado. Estos talleres les han permitido acercarse a nuevos alimentos, experimentar con diferentes sabores, texturas y temperaturas, y, poco a poco, ampliar su abanico alimentario.
La experiencia ha demostrado que, cuando se acompaña con respeto, paciencia y apoyos adecuados, los avances llegan y generan mayor bienestar tanto en las personas con autismo como en sus familias.
La rigidez alimentaria en el autismo no es un obstáculo insalvable, sino un reto que requiere comprensión y estrategias adecuadas. Con pequeños pasos, una actitud respetuosa y la colaboración entre familias y profesionales, es posible ampliar la dieta de forma positiva, contribuyendo a una mejor calidad de vida.
