Interocepción y TEA: El octavo sentido sensorial. Hoy te traemos un tema muy especial y en el que también estamos trabajando desde nuestra Asociación Desarrollo. ¿Has escuchado alguna vez la palabra ‘interocepción’? ¿Sabes lo que es el ‘octavo sentido’? ¿Sabes cómo puede relacionarse con el autismo? ¡Te animamos a que sigas leyendo!
‘El sentido oculto’
Desde que somos pequeños nos enseñan la importancia de los cinco sentidos, de que lo que ven nuestros ojos, escuchan nuestros oídos, huele nuestra nariz y toca nuestra piel o saborea nuestra boca es esencial para relacionarnos y comprender lo que nos rodea. Hoy queremos hablarte de la importancia de esto.
Sabemos que el cerebro autista procesa la información de manera diferente al neurotípico. Sin embargo, ambos comparten un aspecto fundamental: las experiencias sensoriales influyen significativamente en muchas de nuestras decisiones, aunque a menudo no seamos conscientes de ello. Por eso, vamos a profundizar en este tema.
Hemos nombrado los cinco sentidos clásicos que hemos escuchado tantas veces, pero nuestro cuerpo por dentro también tiene algo que decirnos, y nos manda señales para avisarnos de lo que nos ocurre internamente. Vamos a parar un momento y pongamos atención en:
- ¿Cómo late tu corazón? ¿Rápido o lento?
- ¿Tienes ganas de ir al aseo?
- ¿Te duele alguna parte de tu cuerpo?
- ¿Estás respirando profundamente o de manera superficial?
La interocepción, conocida como el ‘octavo sentido’ o el ‘sentido oculto’, es la responsable de que podamos responder a estas preguntas. Sus receptores están ubicados en la mayoría de los tejidos del cuerpo, como el corazón, los pulmones, la vejiga o los músculos, y son los encargados de dar conciencia a estados físicos internos.
A través de la interocepción, podemos reconocer y responder adecuadamente a las necesidades de nuestro cuerpo, regular nuestras emociones y mantener un equilibrio general en nuestro bienestar. Esto se debe a que muchas de nuestras sensaciones físicas están vinculadas a emociones. Por ejemplo, si el corazón late fuerte y rápido, es posible que estemos nerviosos. En resumen, la interocepción nos da la respuesta a una pregunta fundamental…
¿Cómo me siento?
En los últimos años la relación entre la interocepción y el autismo se ha convertido en un tema de investigación. Se ha observado que muchas personas autistas presentan desafíos significativos en la conciencia interoceptiva, lo que repercute en la identificación y respuesta a sus propias necesidades físicas esenciales, así como afectar su regulación emocional. Sin embargo, no todas las personas autistas presentan el mismo patrón interoceptivo. Generalmente podemos encontrar varios tipos:
- Hiposensible: No se reconocen de modo consistente las señales internas del cuerpo. Este perfil no suele sentir sed o hambre, también tienen una elevada tolerancia al dolor. Presentan dificultades para interpretar adecuadamente las emociones o reconocer estados previos, lo cual ocasiona colapsos tipo meltdown (estallido) o dificultades en el control de la ira.
- Hipersensible: Son muy conscientes de las señales internas del cuerpo, lo que mantiene a la persona en un estado de alerta elevada la mayor parte del tiempo. Un ejemplo puede ser aquellos que experimentan sed o hambre con frecuencia.
- Dificultad para interpretar la sensación: La dificultad está en discriminar esa sensación y darle significado, por ejemplo, ser consciente de una molestia en el estómago y no saber si es hambre o ansiedad.



Cada perfil interoceptivo requiere una intervención adaptada a sus necesidades. Para ello, es esencial un acompañamiento de un Terapeuta Ocupacional. Aun así, existen diversas estrategias y recursos que pueden ayudar a mejorar la conciencia interoceptiva y la respuesta a las señales del cuerpo. Algunos ejemplos incluyen:
- Ejercicios de atención plena (mindfulness).
- Registros en los que rellenar la cantidad de agua o comida que hemos hecho en el día.
- Realizar un seguimiento de las sensaciones corporales según el contexto, identificando cómo cambia el cuerpo en diferentes situaciones.
- Uso de escalas visuales para representar sensaciones internas como hambre, sed o cansancio.
En conclusión, la interocepción tiene un papel crucial en la salud física y emocional. Por ello, es fundamental comprender mejor las experiencias interoceptivas en el autismo, ya que esto nos permite identificar las dificultades individuales y desarrollar estrategias que favorezcan el bienestar, la autorregulación y una mejor calidad de vida para las personas autistas.
Y tú… ¿Sabías que sentir mariposas en el estómago es interocepción?